Libro informativo que presenta diez historias reales de peruanas de entre 16 y 75 años. Una astrobióloga que en equipo ha elaborado un minilaboratorio que está listo para ser lanzado a la Luna, la ejecutiva que le abrió el camino a las mujeres en el mundo corporativo, la escolar que pasó de ser una diabla a la alcaldesa de su colegio. Las diez están vivas y son ‘desconocidas’. El propósito de este libro -que es para chicas y chicos- es sembrar equidad de género desde la infancia. Por la compra de cada ejemplar otro es donado a los colegios Fe y Alegría.
El 2014, mi hija tenía 5 años y aún existía la revista Mujeres Batalla. Si bien Miranda me acompañaba a la imprenta, a distribuir ejemplares e incluso conocía a algunas de mis entrevistadas, no tenía idea de cuáles eran sus historias. Ese año, camino a su colegio le hablé de Vilma Parra, de cómo era su vida cuando tenía su misma edad (iba descalza porque en casa no había dinero) y de lo que ahora hace (lidera su cadena de zapaterías); y como capté su atención, pensé: “¿Y si hago Mujeres Batalla para niñas?”.
Retomé la idea años después. Investigué, entendí que lo que planeaba hacer era un libro informativo. Es decir, uno cuyo contenido sería real, de no ficción. Participé en talleres y seminarios, aprendí a perder el miedo a tratar cualquier tema con los niños. Recién entonces me entrené en la redacción de las historias. Eso, mientras me asesoraba con educadores y especialistas en Literatura Infantil y Juvenil.
La idea original se fue transformando, el objetivo tomó cuerpo: que estas historias de mujeres sirvieran para sembrar equidad de género. Su público no debía ser únicamente femenino, pues la tarea de frenar al machismo es de todos. Este libro, además, no debía ser solo para quienes lo pudieran adquirir. Por eso decidí que por la compra de cada ejemplar otro fuera donado a una organización que brindara educación de calidad en las zonas más urgidas del país. ¿Existe otra mejor que Fe y Alegría?
Esta aventura requería respaldo económico y lo obtuve de parte de Enel, Maestro, Coca Cola, Saga Falabella y La Granja Villa. Sin el aporte de estas marcas y la confianza de sus ejecutivas, Mancha Brava no habría sido posible. Finalmente, cinco años después de la charla con mi hija rumbo a su escuela, presentamos este libro en el lugar donde conocí a mi primera Mancha Brava: la G.U.E. Alfonso Ugarte, mi cole.
